(Cuando se cambiaban tocinos por jamones)
Este producto tuvo cierta fama en el Madrid de mediados del siglo XX y su circuito de comercialización era muy curioso. En aquella época las casas de labranza tenían pocos medios económicos y normalmente las familias eran muy grandes, así, los ganaderos de Tineo, Cangas del Narcea y Allande entregaban sus jamones y los cambiaban por "tocinos del barco"; la relación podía ser 2 tocinos por 1 jamón; 10 kilos de tocino por 1 kilo de jamón... En este enlace encontré la razón por la que se llamaba "del barco" y parece que era debido a que llegaba de Argentina en barco. El intercambio se realizaba en ventas o comercios rurales que luego enviaban el producto a Madrid y constituyó un negocio redondo. Para los ganaderos también suponía una importante contribución al sustento familiar en una época en la que se trabajaba mucho, no había tractores y se iba andando a todas partes.
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